Miyo Saimori fue la desafortunada hija de un matrimonio concertado sin amor. Tras la muerte de su madre, su padre trajo a su amante y a su propia hija, Kaya. Desde entonces, la vida de Miyo se redujo a la de una mera sirvienta. Peor aún, mientras que Kaya heredó las habilidades psíquicas de la familia, Miyo no tenía ninguna: era realmente la hija sin méritos.
Tras años de ser tratada como basura, Miyo ha aprendido a agachar la cabeza, ocultar su dolor y obedecer todas las órdenes. Por eso, no es de extrañar que la hayan concertado para casarse con Kiyoka Kudou, un capitán militar del que se rumorea que es tan cruel que ha ahuyentado a todas sus posibles esposas hasta el momento.
De una educación dolorosa a un matrimonio doloroso, ése es el futuro que le espera a Miyo, o eso cree ella. En contra de sus expectativas, su nuevo marido es realmente bondadoso. Lo que realmente le espera a Miyo es un matrimonio dichoso, eterno y lleno de felicidad.