La vida amorosa de Honoka Sakurai es prácticamente inexistente, por lo que pasa la mayor parte del tiempo en la empresa de construcción donde trabaja. Un día casi choca en las escaleras con Hayato Kurosaki, un guapo arquitecto al que considera su rival, y termina rompiéndose el pie. Hayato asume la culpa de su lesión y a pesar de su protesta, decide que deben vivir juntos para poder cuidarla. Honoka ha oído muchos malos rumores sobre Hayato y duda de sus motivos, pero una vez que empiezan a vivir juntos se da cuenta de que los rumores no pueden estar más lejos de la verdad. En esta superdulce historia de amor, él es el rey de los mimos y le da el tratamiento real.