Como muchos trabajadores, Kuroto Nakano está perpetuamente estresado por su trabajo. Sin embargo, como vive solo, debe seguir adelante para mantenerse. Poco saben los humanos como Kuroto, que este estrés toma la forma de oscuridad que reside en el cuerpo de una persona y que arruinará su vida.
Las deidades del zorro pueden ver esta oscuridad y tienen el deber de salvar a la gente antes de que sea demasiado tarde. Para ayudar a liberar a Kuroto de su estrés, Senko-san, una niña zorrera de ochocientos años, se ofrece como voluntaria para cuidarlo, y hará todo lo que pueda para aliviar la tensión de su alma cansada.